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ComunicaciónMarketing

Ofrece entretenimiento para vender tu producto

Por 16 marzo, 20171 comentario

Vender, el eterno deseo, el objetivo siempre permanente en todas nuestras listas, mes tras mes, año tras año. ¿Cómo hacerlo? ¿Qué acción puedo ejecutar ahora para diferenciarme y conseguirlo? ¿Cómo puedo llegar a mis clientes y usuarios para que me compren? Así nos pasamos las horas, los días, los meses y hay veces que cuesta realmente la vida porque parece que lo hemos probado todo y que nada funciona al menos, como nos gustaría.

La realidad es que el mercado está muy saturado de “lo mismo” y con esto no me refiero a que haya mucho producto ya que si está bien pensado y mejor ejecutado en base a un buen estudio y análisis de necesidades del mercado y tienes una nota diferenciadora, seguramente tienes un amplio abanico de ventas posibles. Lo que pasa es que nos encasillamos a la hora de vender y siempre hacemos lo mismo. Ahora, están de “moda” (porque también funcionan), las publicidades en redes sociales, las técnicas de Inbound Marketing y similares. Y repito, de verdad que funcionan pero si quieres vender más, aunque pongas en prácticas estas acciones, tienes que como siempre, diferenciarte y llegar al cliente potencial a través de aquello que más útil le va a ser pero también que más interés le va a despertar.

¿Y cómo despierto el interés?

A través de la emoción. Jamás me cansaré de decirlo. Compramos por impulso muchísimo más que por necesidad. Si es un artículo de primera o segunda necesidad el que vamos a adquirir, ahí no más discusión que ir a precio. Miraremos la relación calidad – precio y sobrevivirá el segundo valor a la hora del instante decisorio. Pero, por el contrario, todo lo que no es primera – segunda necesidad, es “harina de otro costal”. Aquí no importa tanto el precio si antes, me has convencido. Si me generas la ilusión, la emoción y el convencerme de que voy a ser realmente feliz si adquiero tu producto. ¿Y cómo hacer esto? Haciéndome feliz antes de comprarlo.

Si, así es. Estamos todo el día trabajando, con obligaciones, repletos de peros y problemas y lo que menos necesitamos es tener que abrirnos la cabeza con un anuncio o publicidad que ni entendemos ni nos hace sonreír. Nada, esto no tiene futuro. Con la de contenido que recibimos al día o mejor dicho, a cada instante: en el móvil, en las redes sociales, en el mail… en cualquier lugar, no lo pongamos difícil, no lo pongamos serio, intentemos siempre, distraer, hacer feliz, jugar con los usuarios que ya bastante complicado parece y es todo.

Si tu producto / servicio / marca lo permite (y casi siempre lo hace dependiendo del contexto en el que lo hagamos), intenta divertir a tu posible cliente. Con esa emoción generada conseguirás, seguro, primero que tenga una excelente opinión sobre ti y segundo y finalmente, que te compre. Y si después además el producto es bueno, pues listo, cliente conseguido y fidelizado.

Divertir a tu posible cliente, estrategia de éxito

El entretenimiento se ha convertido en un bien escaso y casi de lujo. No tenemos tiempo para nada y cuando lo tenemos, casi preferimos dormir y descansar porque mañana, nos espera otro día intenso. El ocio, esa parte de diversión, cada vez es menor y seamos realistas, a todos nos gusta y la echamos de menos. ¡Explótala! Es fundamental para ti, para llegar a ellos, para estar no en sus mentes sino en sus corazones y su piel porque esos, son los órganos que compran. No el cerebro racional, ese seguro no te compraría porque pensará que hay algo que necesita más y que es más importante. Dale diversión, juega con él… ¿Cómo?

Ahora es más fácil que nunca. Internet te ayuda y además, de forma más económica. Antes, para dar entretenimiento a tus posibles clientes tenías que organizar eventos. Ya fueran grandes o pequeños, algo tenías que hacer en algún punto físico: ya fuese la tienda, una plaza, la calle, una cita organizada… Pero ahora, gracias a la tecnología, además de estas acciones descritas offline que jamás debemos perder de vista y siempre hay que contemplar en nuestra estrategia (porque las vivencias en primera persona son lo que más convence y lo que nunca se olvida), podemos aportar entretenimiento a nuestros usuarios sin que se muevan de su lugar, a través de sus dispositivos, invirtiendo menos y con unos resultados además de magníficos (si se hace bien), medibles y cuantificables. ¿Qué puedes hacer?

  • Diseñar un juego en una aplicación: puede que suene más caro de ejecutar pero ahora hay aplicaciones y herramientas online que lo hacen todo por tu marca, sin tener que contratar una programación personalizada. Todo lo que tienes que hacer es elegir la acción y ellos lo desarrollan, lo ejecutan y te pasan resultados. Un juego online es útil, efectivo, divertido, el usuario lo podrá utilizar cuando quiera y no estará sujeto a una cita horaria en un día y lugar determinado. Podrás medir qué ha hecho y qué resultado tiene y además, quedarte con sus datos para hacer más acciones.
  • Por supuesto. Un premio a cambio de nada (o de participar y dar su email que para ti es oro) a quién no le gusta y además, le divierte y para ti, es lo más barato porque tu producto es tu menor inversión económica y además, tu posible comprador, lo estará probando.

Y a partir de aquí, miles de opciones que seguro, serán muy útiles para que tu cliente potencial esté feliz y al final, te compre con su corazón.

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