Cada mes de diciembre tenemos en mente la idea de la ya habitual felicitación de Navidad (también llamada Christmas). Le damos vueltas a cómo hacerla este año: diseño, formato, colorido… todo lo que está en nuestra mano con la intención de sorprender a todos nuestros clientes y colaboradores que serán los receptores de la misma. La intención es, en el caso de los clientes, fidelizarlos y recordarles que seguimos ahí. Es una buena manera de hacer más visible la marca y por ende, conseguir más ventas. Y para los proveedores, es el detalle de las fiestas por nuestro trabajo juntos. Sea para quien sea o como sea, la felicitación de Navidad se espera y además, gusta.
Pero, ¿la envío también a la prensa? ¿Puedo usarla también como elemento de comunicación? Por supuesto que si. Basándonos en la última frase del párrafo anterior, la felicitación de Navidad ¡gusta! Y esto incluye a los medios de comunicación porque como ya hemos contado en otros post, los periodistas son personas que también se rigen por las emociones habituales de los demás, sienten las fiestas igual que el resto y un gesto como este les despierta su empatía y simpatía hacia la marca.
Quizás ahora te preguntes si quizás no es contradictorio a esa regla que marcamos anteriormente de “no saturar” a la prensa con información y material. Podría ser, porque podrás imaginar la cantidad de info que van a recibir en Navidad y además, todos los Christmas de marcas, medios, empresas y demás… pudiendo llegar a la conclusión de que para qué enviar el tuyo si se convertirá en uno más apilado en el montón de las tarjetas. Y es y será así si no lo piensas bien y lo usas como una potente herramienta de comunicación.
¿Cómo hago que mi felicitación de Navidad sea una herramienta de comunicación?
Piensa en el envío de la misma como una gran oportunidad para tu marca de visibilidad y notoriedad. Es super importante y un momento muy especial para diferenciarte y esto, diferenciarte, es lo que más tienes que tener en tu mano a la hora de realizar la felicitación. La clave está en que la conviertas, por si misma, en un hecho noticiable. Es decir, dota a tu felicitación de algo único, sorprendente y que consiga captar la atención de su receptor, en este caso, del periodista. Con ello vas a lograr que no solo se fije en la felicitación en si y que si es muy espectacular (dependiendo del medio y de los temas que trate puede incluso que la propia felicitación sea la noticia) sea publicada, sino que además despertarás seguro, la curiosidad al menos hacia la marca y seguidamente, el interés y simpatía hacia la misma y seguro que en la próxima nota de prensa que envíes, se acordará de tu empresa como “la de la felicitación especial”.
Convierte tu felicitación de Navidad de este año en una herramienta de comunicación.
- Piensa en el mensaje: huye de los tópicos, escribe o encarga redactar algo especial, único, original y que defina el momento de tu empresa ligado a la actualidad. Por supuesto elimina de tu lista las frases hechas, lo típico porque con ello, estarás perdido.
- Invierte: es una muy buena oportunidad como decimos para destacar así que piensa en la felicitación como una inversión en comunicación. Idea algo “chulo”, que sorprenda, que despierte la ilusión de quien lo reciba, que desee no solo abrirlo sino conservarlo en su mesa o en su casa. El lugar que elija la persona para ponerlo te debe dar igual, lo importante es que esté a la vista porque gusta y así tu marca se convertirá en el foco de atención y aumentará su visibilidad a través de una emoción.
- Elige el momento adecuado: piensa bien esto. Cuando el periodista destino va a estar en la redacción. Intenta saber si se ha marchado ya de vacaciones (esto podrás salvarlo si lo envías con tiempo, siempre antes de la semana del 24 de diciembre es lo más apropiado).
Siguiendo estas tres pautas mínimas conseguirás que tu felicitación de Navidad se convierta en una herramienta muy potente de comunicación y que te sea muy útil dentro de tu estrategia. Aunque ya deberías estar implementando esta acción y poniéndola en marcha, no es tarde para ponerte a ello. Piensa y medita bien en el mensaje y en el soporte (las tarjetas habituales están muy vistas y no sorprenderán). Y sobre todo, invierte. Pon presupuesto en la felicitación en si y por qué no, en un profesional que le saque a la acción el máximo provecho para tu marca.