Emojis o emotis, esos dibujitos que tenemos disponibles en nuestros dispositivos para incluirlos en nuestras conversaciones o comentarios tanto de mensajería instantánea, mails y redes sociales. Constantemente, y cada vez más, nos comunicamos a través de ellos llegando incluso a sustituir palabras o frases por estos pequeños simbolitos que a veces, dicen mucho o todo en un solo clic.
Todos tenemos claro que en nuestras conversaciones privadas o redes sociales propias son más que bienvenidos y nos lleva a tener una comunicación más amena pero, ¿qué ocurre cuando es una conversación profesional? Y sobre todo ¿qué hay de las redes sociales corporativas de una marca y la inclusión de estos emojis y emoticonos en ellas? ¿Es una buena acción a contemplar dentro de la estrategia de redes sociales? ¿Da igual un “dibujito” u otro o es necesario e importante que marquemos los “nuestros corporativos” acordes a la identidad de marca? Empecemos por el principio.
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Los Emojis o Emotis en las Redes Sociales de nuestra marca.
Como decíamos al introducir este post, los emojis o emoticonos representan en sí mismos una forma de comunicación propia porque además son capaces de transmitir mejor emociones, sentimientos y estados de ánimo, lo que “personalizan” mucho más cualquier comentario. Por este hecho precisamente puede ser muy positivo utilizarlos para nuestras marcas. Acercan y hacen más humanas a las marcas. Pero, aunque pensemos que es positivo incluirlos en nuestras redes sociales de marca, y en algunos momentos así puede ser, porque realmente consiguen un efecto tanto visual como emocional que las palabras no pueden alcanzar, no siempre están justificados y si no se incluyen con control y criterio, pueden tener un efecto negativo.
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¿Cuándo usar emoticos en las Redes Sociales de nuestra empresa?
Esta es la clave para que sean efectivos y nos sirvan positivamente, tener en cuenta estos criterios pero ante todo, plasmarlos en nuestra estrategia de Social Media y contenidos. Que no sea jamás un impulso de estar escribiendo e incluir aquellos emojis que nos apetezca en ese momento.
- Aportar emocionalidad a nuestros contenidos. Si quieres estar más cerca de tu comunidad, aportar emociones… Usar emoticonos es la mejor vía o al menos, una muy buena. Es el momento para “humanizar” la marca, para hacerla más cercana y que los usuarios sientan que hay alguien como ellos detrás de la gestión de los perfiles. Que pueden hablar con alguien que escribe como ellos y que no todo es el objetivo de vender.
- Unificar idiomas. Puede que estés publicando en un idioma determinado de tu marca y tus usuarios pero que te vean otros que no tienen por qué entenderlo. Esto en redes como Facebook ya no es un problema porque lo traduce pero en otras, un emoticono ayudará a que el receptor, aunque no entienda el texto, sienta el post más cercano y algo le cautive.
- Generar curiosidad. Este es un aspecto también muy recurrido a la hora de usar emoticonos en las redes sociales y es que, poniendo el apropiado, siempre puedes generar en el usuario – lector ese grado de “incertidumbre” tan positivo y que ayuda a atraer más movimiento.
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¿Qué emoticonos uso?
Pues como todo lo que venimos siempre reseñando en lo referente a marketing online, nada puede quedar al azar ni fruto de la improvisación y este aspecto, el de los emojis, no podía ser menos. Deben estar incluidos en la estrategia desde el inicio en la cual incluiremos y determinaremos aquellos que son más apropiados para nuestra marca, público, tono de comunicación, etc.
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Criterios para decidir qué emoticonos incluir en nuestras redes sociales (de nuestra marca)
- La marca: es el aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de elegir qué emojis usaremos. No es igual una marca de automoción de alto nivel que una de camisetas para adolescentes. También tendremos en cuenta la imagen de la misma, el tiempo que lleva en el mercado, la percepción de marca… Todo ello nos dará indicadores muy útiles para saber qué emojis incluir.
- El público objetivo: es quizás el aspecto más importante en esta área y es que, con quien hablemos, el receptor, es fundamental para determinar cómo hablar. Si son jóvenes o adolescentes, no es que podamos usar emoticonos, sino es que realmente estaremos casi obligados porque es su lenguaje actual mayoritario. Los jóvenes casi todo por no decir todo lo escriben en sus dispositivos con emojis con lo que tenemos que adecuarnos a su tono de comunicación. Por el contrario, si nuestro público es de edad más elevada y nivel cultural medio – alto, el uso de emojis estará más restrigindo y solo se justificará en ocasiones muy muy especiales y habrá que tener mucho cuidado con el que se escoge.
- La red social: también dependiendo de qué red social usemos, los emoticonos serán unos u otros. Instagram es la red que más juego da para incluirlos mientras que en Linkedin ni nos lo plantearemos.
- Los emoticonos en sí mismos: y por último, habrá que identificar qué emoticonos, los dibujos en sí, son los más apropiados para nuestra marca. Hay un gran abanico categorizado por estilos, caras, humanos, ropa, viajes, edificios, vehículos, deportes, etc… Con lo que nos será fácil elegir el grupo de los más acordes a nuestro producto / servicio.
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Y ahora, como siempre, a incluir esta parte en nuestra estrategia de Social Media sin la que jamás deberíamos trabajar.
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