El último estudio realizado en el 2015 por el organismo Spain StartUp nos presenta unos resultados que parecen confirmar una tendencia. Los emprendedores Españoles cada vez son mas jóvenes. El 44% están entre los 25 y 34 años de edad aproximándose a los promedios que se evidencian en el resto de Europa y Latinoamérica.
Este mismo estudio muestra como en su mayoría los emprendedores no empiezan su aventura empresarial por una necesidad económica. Según el informe, sólo un 3% asegura que inició la empresa por necesidad. En contraste, el 77% asegura que su iniciativa tuvo lugar a partir de evidenciar una necesidad desatendida en el mercado, impulsado por una pasión o simplemente por un espíritu emprendedor.
En el momento de emprender son muchas las tareas que se deben llevar a cabo, cómo abrir una cuenta bancaria, hacer un registro formal, adquirir los debidos seguros… Sin embargo, muy pocas tareas resultan mas importantes, interesantes y cautivadoras como la de escoger un nombre para la empresa y definir una marca comercial que servirá como punta de lanza para la comunicación de la empresa.
Son muchos los factores que se toman en cuenta en el momento de escoger una marca. Siempre será importante la afinidad emocional que se tenga con la idea inicial, con una imagen inspiradora o con un símbolo concreto. Los nuevos empresarios suelen enfocarse en encontrar fonemas atractivos con ritmo y cadencia, acuden a juegos de palabras y anglicismos, buscando ese nombre original, sencillo, fácil de pronunciar y pegadizo.
Pero, ¿qué es lo más importante?
Los mercados de hoy viven en un entorno sobresaturado de información. Dentro del mar de estímulos del día a día cada vez resulta mas difícil lograr el posicionamiento de una nueva marca en el inconsciente de las personas. Algunas marcas tienen la fortuna de contar con gigantescos recursos en marketing que les permite posicionar su marca a partir de la reiteración constante. Sin embargo, los nuevos empresarios salen al mercado con pocos recursos, lo que los obliga a aprovechar al máximo esos momentos donde tienen la oportunidad de generar una primera impresión. Es por ello que en este artículo nos proponemos destacar algunos factores importantes a tener en cuenta en el momento de construir la marca de una nueva empresa.
1. Identificar el propósito
El emprendimiento entre jóvenes empresarios suele surgir a partir de una pasión. Una idea de negocio que nace en el momento en el cual el nuevo empresario descubre una necesidad del mercado. Por esta razón, La Marca, es más que un elemento comercial, se convierte en una bandera, un emblema para todos aquellos que comparten la pasión por ofrecer soluciones y esto les permite comunicarlo, identificarse y reunirse alrededor de la misma.
2. Conocer el público
Los estudios sobre la memoria han demostrado una y otra vez que la información que tiene sentido es mas fácil de recordar que la información que no nos significa nada. No hace falta imaginar lo difícil que podría resultar recordar el nombre de cinco animales escritos en mandarín, comparado con recordar cinco animales en español (asumiendo que desconocemos el mandarín). Para lograr un posicionamiento de marca efectivo, es importante conocer el público objetivo, entender su imaginario colectivo, su cultura, su lengua, sus expresiones y símbolos de tal manera que nos permita construir una marca con mucho significado.
3. Buscar el asesoramiento de un buen profesional en el diseño gráfico
Quizás parezca obvia la importancia de incluir en el proceso a un buen profesional del diseño gráfico. Muchas iniciativas empresariales comienzan con presupuestos apretados lo que los obliga a cuidar los gastos, ahorrando recursos en el área del diseño gráfico e infravalorando la importancia de un diseño técnicamente bien construido, versátil, limpio y contundente.
Este error repercute en la comunicación de la marca y la percepción del publico de la misma. Es un error que puede costar caro a las nuevas iniciativas empresariales que tienen la necesidad de ser percibidas como serias, sólidas y duraderas.
Hoy en día es fácil encontrar buenos profesionales en esta área dispuestos a trabajar por precios muy asequibles. Lo importante es encontrar un diseñador gráfico comprometido, responsable y con buen portafolio.
4. Hacer de la marca una experiencia
Por último, es importante entender que una marca es más que simplemente una imagen en un papel. Toda interacción que un posible cliente, proveedor o socio tiene con la marca debe consistirse en una experiencia donde debemos tener el máximo de control posible sobre las variables. No basta con definir una buena gama cromática y una selección limitada de fuentes tipográficas, formas y estéticas.
El material comercial, las presentaciones, los vídeos, las plataforma de comunicación, las redes sociales y las personas que conforman la empresa son parte de la marca. Es por ello que su coherencia se logra en la medida en que la aventura de emprendimiento empresarial invada a todos ellos de los mismos valores, principios y propósitos.