Uno de los temas más recurrentes de este principio de año ha sido el del Big Data y el Social Media Intelligence. Una inmensa mayoría de las tendencias recopiladas para 2018 incluyen el Big Data como uno de los grandes avances del marketing digital. Este fenómeno lleva existiendo desde el inicio mismo del Internet, pero es ahora cuando es fundamental la transformación de esta información en datos útiles que las futuras IA’s puedan aprovechar para optimizar nuestra estrategia y conocer a fondo a los clientes.
La Inteligencia de Redes Sociales o Social Media Intelligence es el conjunto de herramientas y soluciones que componen el proceso mediante el cual se aprovecha la información generada por el Big Data. ¿Qué quiere decir esto? El Social Media Intelligence es el proceso mediante el cual las empresas o marcas recogen la información generada por los canales sociales y la convierten en conocimiento sobre su público objetivo, su mercado, la competencia e incluso sus propios productos.
El Social Media Intelligence se nutre del Big Data generado en las redes sociales y plataformas digitales de las propias marcas y sus consumidores permitiendo analizar conversaciones y comportamientos que desvelan información relevante sobre el comportamiento del consumidor ante el proceso de compra. Ya hablamos de la escucha social, el primer paso dentro de las fases del Social Media Intelligence, pero hoy comentamos el resto de etapas del proceso.
¿Cómo funciona el Social Media Intelligence?
Monitorización
El primer paso del proceso de Social Media Intelligence es la MONITORIZACIÓN o Social Media Listening, en el cual la empresa o marca debe contar con las herramientas necesarias para extraer los datos de interés entre las interacciones de los consumidores y potenciales clientes.
Tratamiento
Tras la extracción de datos, Big Data, la empresa debe proceder al TRATAMIENTO de estos y elaborar los informes, en los cuales se expone de forma clara y sencilla la información de los datos extraídos. Puede organizarse de diferentes maneras: por sexo, por edad, por fecha de compra, por red social en la que se encuentran las opiniones… Las posibilidades son infinitas.
Análisis
El ANÁLISIS de los informes permite la interpretación de los datos, puesto que en sí mismos no significan nada. ¿Nunca te ha ocurrido que al buscar una palabra en Twitter u otras redes han aparecido resultados de conceptos que no tenían nada que ver con lo que buscabas? Eso mismo puede ocurrir con el nombre de tu empresa o las palabras clave que utilizas para analizar las reacciones de la sociedad. El objetivo del Big Data no es, en este caso, encontrar todas las menciones, sino encontrar información de valor. Ir más allá de los datos y descifrar qué es lo que realmente dicen, es decir, la parte humana del proceso.
Revisión
Por último, tras el análisis y la interpretación, el proceso finaliza con la REVISIÓN de las acciones y la ejecución de las mejoras. Aquí es donde muchas empresas fallan, puesto que recopilan e interpretan correctamente los datos pero los emplean únicamente para la comunicación externa y no ejecutan la estrategia más importante para la propia empresa; la traducción de los datos a la realidad interna de la empresa, es decir, los cambios internos a nivel de organización que se deben realizar según indican los datos.
El Social Media Intelligence permite a la empresa mirar los datos de forma abierta, con mentalidad innovadora, lo que les facilita la introducción de cambios y su correcta adaptación. Sin embargo, esto no significa que la empresa deba vivir en un eterno proceso de cambio empresarial; pero si en un continuo estudio y ciclo de mejora operacional que potencie la experiencia del consumidor.