- Que no exista contacto visual
Muchas veces, olvidamos lo importante que es mirar a los ojos a la otra persona. Es un síntoma de confianza, transparencia y respeto ante la persona que tienes delante. El contacto con los ojos también puede medir la respuesta de la otra persona.
- Hacer excesivos movimientos con los brazos
Gesticular demasiado con los brazos puede transmitir nerviosismo. Es una forma de escudarte porque no tienes las cosas claras y queda reflejado ante el resto. Además, puede desviar la atención a lo verdaderamente importante, el mensaje.
- Tener escasa expresión en la cara
Dicen que la cara es el reflejo del alma y, en parte, tienen razón. Si tu expresión es demasiado rígida dará la sensación de que no muestras empatía y no te motiva el tema que se está tratando.
- Dar la mano sin seguridad
Es el contacto físico que tendrás con la otra persona y tienes que aprovecharlo. No tendrás un buen comienzo si al dar la mano no lo haces con convicción y confiado en tus habilidades. Transmitirás fortaleza y seguridad.
- Mantener la distancia
No se trata de estar demasiado cerca de la persona hasta llegar a invadir su espacio pero, tampoco debes alejarte demasiado. Da la sensación de que ves a la otra persona superior a ti y temes enfrentarte a ella. Mide el espacio físico para que sea el correcto.
- No sonreír lo suficiente
La sonrisa es imprescindible para que la comunicación sea más relajada. Con una sonrisa puedes conquistar a todo el mundo ya que las expresiones faciales de felicidad son universales.
- Descuidar la postura corporal
No olvides que la posición de tu cuerpo será la que quede reflejada ante otros y con la que debes presentarte. A veces, la dejadez te lleva a tener una actitud de desencanto, cansancio e, incluso, pasotismo que no te favorece.
- Balancearse continuamente
Es el claro rasgo de que algo no va bien. No paras de cambiar la posición de las piernas y el pie no deja de moverse. Esto denota intranquilidad y preocupación por un tema determinado.
- Cruzar los brazos
Es una posición de defensa que no dará buenos resultados. Cuando cruzas los brazos, haces que tu comunicación no verbal se muestre reacia a abrir tus posibilidades y, sin saberlo, creas una barrera que es difícil superar.
- Dejar vía libre a la respiración
El ritmo de tu respiración te delata cuando una situación te incomoda o te hace sentir inferior. Incluso cuando estás en silencio sigues comunicando y transmites tus verdaderos sentimientos. Aprende a controlar la respiración y podrás mostrar sólo lo