Cuando abrimos perfiles o páginas en redes sociales nuestro objetivo suele ser tener cuantos más fans mejor y conseguir el mayor número de likes posibles en nuestras publicaciones. Sin embargo, ¿hay marcados límites ‘recomendables’ para tener una buena presencia en espacios tan dinámicos y cambiantes como Facebook, Twitter o Instagram? En este post queremos tratar este tema, preguntándonos e intentando dar respuesta: Cuando se trata de crear una buena comunidad de followers, ¿podríamos decir eso de ‘hasta el infinito y más allá’?
La respuesta, a bote pronto, podría ser un ‘sí’ rotundo. Cuantas más personas sepan de nosotros y reciban nuestras actualizaciones mejor, ¿verdad? Sin embargo, hay que matizar al respecto, pues lo importante no es la cantidad sino la calidad. De nada vale tener 100.000 suscriptores en YouTube, por ejemplo, si solo les interesa lo que publicamos a una tercera parte. Lo que hay que intentar siempre es llegar a cuantas más personas mejor, sí, pero gente que podamos considerar nuestro target, que pertenezca al nicho de mercado al que nos dirigimos.
Este punto deja en entredicho estrategias llevadas a cabo por no pocas empresas y personalidades reconocidas, con más o menos repercusión, que en su momento decidieron ‘comprar’ fans. Esta acción no solo no les reporta lo que se supone que buscan –ventas, seguimiento, mayor visibilidad, etc.– sino que puede suponerles ‘mala prensa’ si llega a descubrirse esta práctica nada bien vista.
‘Stop’: Limitaciones reales, haberlas hay
Consideraciones ‘profesionales’ a un lado, lo que no podemos obviar son los límites reales que algunas de estas herramientas sí han establecido en lo que se refiere a gestión de cuentas, seguidores, usuarios y likes, entre otros aspectos. A continuación os reseñamos cinco de esos ‘stop’ que vamos a encontrarnos si queremos dinamizar nuestras cuentas siguiendo las reglas del juego:
- No se limita el número de seguidores que se pueden tener pero sí vigilan –palabra de la propia compañía– “la agresividad con la que los usuarios siguen a otros usuarios”. Califica como “seguimiento agresivo” a darle a ‘follow’ de forma indiscriminada a cientos de cuentas con el único objetivo de atraer la atención.
- Cada perfil puede seguir a un máximo de 5.000 tuiteros. Llegados a ese punto solo podremos convertirnos en followers de otros ‘arrobas’ en función del número de seguidores que nosotros mismos tengamos.
- Límite técnico de seguimiento de nuevas cuentas diariamente es de 1.000.
- No se pueden enviar más de 1.000 DM (mensajes directos) por día y no publicar más de 2.400 tweets diarios.
- Las reglas de Twitter prohíben el uso de aplicaciones de terceros que prometen conseguir una mayor comunidad de manera fácil y rápida.
- “No utilizarás tu biografía personal para tu propio beneficio comercial, sino que para ello te servirás de una página de Facebook”. Este es uno de los errores en los que se incurre con mayor frecuencia. ¿Quién no conoce a algún profesional o empresa que ha abierto perfil personal para su negocio? Esta red social puede penalizar cancelando la posibilidad de que esa compañía tenga presencia en su site. ¡Mucho ojo!
- Sobre etiquetar para darle más visibilidad a tu fan page, Zuckerberg dixit: “No podrás etiquetar contenido de forma errónea ni animar a los usuarios a que lo hagan”.
- Terminantemente prohibido que las promociones se lleven a cabo fuera de las páginas o aplicaciones de FB. En la práctica, ¿qué significa esto? Nada de sorteos entre cuyas condiciones figure eso de “compártelo en tu biografía para participar”, “compártelo en la biografía d un amigo para conseguir más participaciones” o el también muy utilizado “etiqueta a tus amigos en esta publicación para participar”.
- Invitaciones a eventos: se considera spam cuando una persona invita a más de 500 usuarios. Si además FB detecta que la gente no responde se limita aún más la posibilidad de hacer sugerencias.
- Como usuario individual podremos etiquetar a un máximo de 50 personas por foto. Esa estrategia –cuenta personal para fines comerciales y así poder etiquetar a quienes nos interesa llegar– ha sido muy secundada –y penalizada– en este medio.
- No se pueden enviar solicitudes de amistad de manera indiscriminada. Si hacemos muchas proposiciones de contacto y empezamos a recibir ‘rechazos’ al final Facebook nos advertirá. Así se recoge en sus normas comunitarias.
- ¡IMPORTANTE! “Otorgas a Instagram una licencia totalmente pagada, sin derecho sede autor, no exclusiva, transferible, compatibilidad de ser subotorgada…” Pues eso. Lo que subes a IG es ya de su propiedad.
- Solo 30 hashtags por contenido. Si llegamos a incluir más, está la posibilidad de que no se publique el comentario*.
- Máximo de 20 etiquetas por publicación.
- No seguir a más de 60 nuevos instagrammers –ni dejar de hacerlo– por hora. Puede considerarse Spam.
- También se considera actuación fraudulenta el hacer más de 60 comentarios por hora en otras actualizaciones o 100 ‘likes’.
*Del punto 2 al 5 no hemos encontrado constancia en las condiciones de uso de la red social. Fuente de información: vilmanunez.com.