El correo electrónico es uno de los mejores aliados de cualquier empresa en la actualidad. Hoy vamos a hablar de algunas de las claves para mejorar ventas con email marketing.
Para que esta estrategia funcione, hace falta seguir algunas pautas. Es un canal con el cliente como cualquier otro, y es necesario aprender a utilizarlo de forma correcta.
Comenzar una estrategia de email marketing
Hoy en día, el enfoque en el cliente es fundamental. Conocer qué es lo que necesita nuestro usuario y definir nuestro target son los dos primeros pasos para comenzar una comunicación mediante mail. Conocer a nuestros clientes nos permite crear una conexión transparente y fiable.
Una vez establecido, debemos ofrecer soluciones a sus necesidades con novedades, ofertas y un producto atractivo.
La confianza del cliente
La lista de contactos o base de datos es nuestra posesión más preciada a la hora de enviar mails. Para no desgastarla o que no pierdan la confianza en nosotros, el primer paso es segmentar la base de datos.
Una vez tengamos esto claro, será posible presentar soluciones, productos y contenido adaptado a nuestros clientes o leads. Además, para no quemarlos y acabar en spam, es necesario que no les bombardeemos continuamente o les enviemos mensajes que no les interesan. Para evitar esto, no podemos realizar envíos masivos.
¿Qué debo enviar a mis usuarios?
En cuanto al contenido, podemos enviar newsletter informativas, contenido del blog corporativo, ofertas personalizadas basadas en sus compras, contenido descargable que les aporte valor, emails recordatorios basados en su comportamiento en nuestra web o incluso mails puntuales para ponerles al día sobre la situación de la empresa.
Lo importante es que se sientan incluidos y cuidados, pero la línea entre olvidarles y molestarles es muy, muy fina.
Con el paso del tiempo aprenderás a entender a tu base de datos y entenderás qué contenidos son mejores y cuáles no.
Calendario de envíos
Finalmente, la última clave para mejorar ventas con email marketing recae en la periodicidad de envíos.
¿Cada cuánto es bueno realizar un envío? ¿Existe una norma general?
Cuando realizamos envíos a menudo conseguimos estar en la mente del cliente. Por otro lado, podemos ser pesados y crear una reacción negativa hacia nuestra marca.
Al contrario, si hacemos contactos puntuales mantendremos una relación cordial con ellos, pero también es más fácil que nos olviden y que perdamos oportunidades en las que no estuvimos.
La solución es la siguiente: paciencia. Enviar un mail y no recibir respuesta puede provocarnos desasosiego, pero debemos esperar para comprobar los resultados y medir, no ser invasivos. Esperar nos traerá resultados a medio y largo plazo.
En primer lugar, debemos comenzar un con mail al mes. Puede ser una oferta mensual o una newsletter. Si responden de forma positiva (respondiendo, leyendo el mail o clicando en los enlaces) se puede acortar el tiempo que tardamos en contactarles de nuevo. Lo más importante a partir de ese momento es segmentar la base de datos en usuarios que responden, los que compran, los que leen o directamente los que borran nuestro correo. De esta forma organizaremos la lista de contactos y sabremos cuándo (y cuándo no) realizar una nueva acción.
Lo más importante: que nunca se lleven una mala impresión de nuestra empresa. Si tenemos un porcentaje de spam muy alto o muchos mail leídos sin acciones, es probable que debamos limpiar la base de datos o bajar el ritmo de envíos.
En definitiva…
El correo electrónico es una de las herramientas más efectivas para generar ventas y crear relaciones con los clientes y los leads. Por eso debe utilizarse con cuidado y conocimiento, respetando unas claves básicas. Cuando realiza de forma correcta, el email marketing puede impulsar las ventas y reforzar la imagen positiva de nuestra marca de cara a los clientes.
