Todas las redes sociales tienen su algoritmo. Es un mecanismo que permite organizar qué publicaciones funcionan y cuáles no. Cuáles tendrán éxito y cuáles se perderán en el olvido.
Cada red social es diferente y hoy venimos a hablarte de la más profesional: Linkedin.
El algoritmo de Linkedin
Lo primero que hay que saber es que el algoritmo de Linkedin separa los contenidos en tres grupos: «Clear«, baja calidad y SPAM. Solo si nuestro artículo entra en el primer grupo habrá posibilidades de que lo lean nuestros seguidores. Por eso es necesario crear contenido de calidad.
Si entra en los otros dos grupos estamos condenados al olvido. Esto es porque Linkedin tiene muy en cuenta las interacciones a la hora de puntuar contenido. Los post con sin ‘me gusta’, comentarios o compartidos irán dejando de aparecer paulatinamente.
De hecho, también funciona a la inversa. Si no das ‘like’ a las páginas que te gustan, dejarán de aparecer en tu feed aunque las sigas.
¡La interacción es clave en Linkedin!
El contenido es lo que determinará, entonces, en qué grupo coloca el algortimo tu contenido. Esto es lo que funciona y lo que no:
¿Qué funciona?
- Artículos sobre desarrollo personal: Los contenidos con historias reales y sobre cómo evolucionar profesionalmente funcionan mejor. Las experiencias de los más experimentados son interesantes tanto como para aprender como para informarse sobre un sector.
- Lo que ya funcionó en su día: Si, por ejemplo, en algún momento lo petó un artículo sobre una herramienta en concreto, es posible que durante una temporada ese tipo de artículos consigan muchas más interacciones que otros.
- Contenidos que promuevan la interacción: Tu artículo puede no ir de historias personales. Puede no tratar las mejores herramientas del mercado. Pero si consigues generar debate, estás de enhorabuena. Linkedin aprueba los contenidos con interacciones siempre que sean reales. Si el post pide de alguna forma ‘likes’ («Recomienda este post si quieres que te contacte»), entonces estará penalizado.
¿Qué no funciona?
- Clickbait: Como cada vez más redes sociales, el algoritmo de Linkedin no admite artículos con titulares no profesionales. El clickbait es un mundo y es cuestión de encontrar el equilibrio.
- Contenido publicitario: Los post dedicados únicamente a promocionar una marca o servicio son enviados al grupo de SPAM. Por lo tanto, dicho contenido no tendrá repercusión.
- Contenidos escasos: Los post demasiado breves tendrán menos posibilidades de tener interacciones y un buen alcance. Debemos intentar no pecar de esto pero tampoco irnos por las nubes y rellenar por rellenar.
- No tener interacciones: puede parecer un círculo vicioso, pero aunque redactemos el mejor post de la historia, Linkedin no lo tendrá en cuenta si no tiene me gusta, comentarios o comparticiones. Necesitamos contar, entonces, con un grupo fiel de fans.