Como hemos hablado en anteriores artículos, España no se posiciona dentro de los países más emprendedores, de hecho, las políticas económicas y trabajadoras de nuestro país no potencian el emprendimiento por parte de sus ciudadanos. Por ello, y por nuestra cultura, no todos los españoles tenemos las nociones necesarias para la creación de la marca propia, cuestiones que se contraponen con la cultura estadounidense, en la cual, todo lo que existe se puede vender y se vende bien. Es una mentalidad emprendedora diferente.
La cultura estadounidense promueve que desde jóvenes, las personas sean educadas en el concepto de marca personal y en cómo crear valor para uno mismo. Para potenciar este crecimiento, junto al aprendizaje de cómo crear la marca personal, se enseña que fracasar a lo largo de la trayectoria de emprendimiento, es una forma de aprender y mejorar. Al leer esto, muchos podemos llegar a pensar que en España también nos lo enseñan. ¿A quién no le han dicho desde pequeño, inténtalo y si fracasas, ya sabes lo que tienes que mejorar, lo importante siempre es intentarlo? Sin embargo, como bien se dice, del dicho al hecho, hay un trecho, puesto que el miedo al fracaso es el mayor impedimento actual a la hora de emprender en nuestro país.
Afortunadamente, con la llegada de los Millennials, esta mentalidad miedosa está cambiando y reflejo de ello es el volumen de Startups y emprendedores que están surgiendo en nuestro país. No obstante, seguimos rezagados en las listas de países emprendedores y como dijimos antes, la causa es el miedo, por ello, en este artículo decimos…
¡¡Adios miedo!! Cambia tu mentalidad emprendedora
- Trabaja en uno mismo “tu marca personal”.
La mejor forma de trabajar en uno mismo y la marca personal, es conocerse bien. Para ello, debes analizar tus virtudes y defectos para potenciar los aspectos beneficiosos que puedes aportar a la sociedad para crear tu marca en torno a ellos.
- Ten una mentalidad estratégica y proactiva.
La proactividad y la estrategia la podemos simplificar en un aspecto esencial para un emprendedor, la planificación. La planificación es fundamental para focalizar los esfuerzos en virtud de las necesidades tanto del emprendedor, como de la empresa como del entorno.
- Capacidad de trabajo y adaptación.
La sociedad, el mundo y los sectores económicos viven en continuo cambio y por ello, los emprendedores deben conocer al máximo los detalles del ecosistema en el cual se mueve la empresa y tener la capacidad de adaptarse y trabajar en pro de mejorar las experiencias de los consumidores. Para ello, los emprendedores deben ser los primeros en ponerse a trabajar y los últimos en cerrar el ordenador.